viernes, 18 de septiembre de 2009

Hipnotizada

Un microcuento sacado del baul de los recuerdos, ya fué publicado en mi antiguo blog y quise rescatarlo por ser uno de los que mas me gustaba...

Era una tarde fresca y Alicia salió a caminar.
No pensaba en nada cuando vió pasar frente a sus ojos un hombre muy guapo. Se sintió fuertemente atraida por ese hombre y comenzó a seguirlo; la cautibó su mirada, su cuerpo y su forma de caminar, fué como un hechizo.
Ahora pensaba menos que antes, solo seguia sus impulsos y trataba de ver más de cerca aquella aparicion tan atractiva, estaba totalmente perdida en el y crusó la calle sin percatarse de nada; soló vió el auto cuando sintió el golpe y calló inmovil al suelo, y vió al hombre alejarse hasta cerrar sus ojos.


Viaje sin retorno

Alicia era muy indesisa, le costaba tomar decisiones. Siempre tomaba en cuenta todas las posibilidades, todas las posibles consecuencias de sus actos; le atormentaba que el futuro fuera tan incierto.

Un día salió de viaje, quería tomar unas vacaciones para descansar. Tomó su auto y salió por la carretera mas cercana.

No tenia un destino pensado, solo sabia que iba a ser un viaje largo y reponedor, iba a visitar lugares bonitos, quiza a bañarse en la playa o subir una montaña;aun no tenia nada decidido.

Luego de 20 minutos conduciendo tomo en consideracion llegar hasta la laguna que visitaba con sus padres cuando era niña, y como era su naturaleza estudió esa opcion hasta que apareció otra que la inquietó. Así pasó una hora sin poder decidirse a donde iba a llegar, pero ella era así y no podia hacer otra cosa que pensar muy bien las cosas apesar de ser muy indesisa.

Sin embargo el viaje se alargo más de lo previsto, pasó toda la mañana conduciendo, y siguió así hasta la noche; cuando ya estubo muy cansada tubo que parar a la orilla de la carretera para poder dormir. Al día siguiente siguió de la misma forma; manejó su auto sin llegar a ninguna parte, pasó por caminos rurales, por calles que no conocia y un día pensó que quiza ya había salido de su ciudad; en realidad no sabía ni en que país estaba nisiquiera tenía nocion de los días que habia estado de viaje; solo sabía que este viaje iba a ser el más largo de su vida y posiblemente el ultimo.


jueves, 17 de septiembre de 2009

Ultimo recuento de una historia interminable

Una noche cerré los ojos, y te vi sentado a mi lado. Suspiré y sentí tus labios, un eterno momento en un segundo. No hubo muchas explicaciones, eso vino después, solo disfrutabamos, nos quisimos en ese y otros instantes. Por treinta dias vi tu sonrisa alegre, senti tus besos dulces y abraze tu cuerpo como nunca. Encontré lo que buscaba, te di lo que nesecitabas y quise seguir a tu lado. Al día siguiente abri los ojos, senti frío. Entendí que solo eran treinta días, pero jamás lo acepté.


viernes, 11 de septiembre de 2009

Fiesta inesperada

Camine sin prisa una tarde con un destino fijo, y nunca pensé desviarme tanto. Aunque fueron solo dos horas, fué mucho más que un desvio.
Entré en una casa alborotada, con gente desconocida y descontrolada, ojos desorbitados, aliento fermentado y conversaciones incoherentes.
En medio de risas y musica muy fuerte, sobre la mesa de centro una mamadera y una botella de alcohol me distraen de la pregunta de uno de los desconocidos...quieres? No... y dió la orden de amarrarme. Siempre supe que las fiestas inesperadas son las peores.


domingo, 6 de septiembre de 2009

Ayer

Cuando tomé tu mano,

cuando la pared nos observa.

Cuando siento tus labios,

cuando un rayo de sol se entromete.

Cuando tocas mi alma,

cuando tocaste mis sueños,

cuando vas a volver?

Bajando del cerro

Me dejé llevar por el hilo de sangre que cayó de mi oído,

y un sudor helado recorrió todo mi cuerpo.

En ese momento pensé que acababa de conocer el frío,

y cerré los ojos sin poder contar el horrible comienzo de esta absurda historia.


sábado, 5 de septiembre de 2009

La pequeña Alicia

Alicia se despertó sobresaltada a las tres y media de la madrugada, no era extraño que su sueño fuese interrumpido a mitad de la noche sin razón aparente, pero al verse con una niña recien nacida en los brazos diciendole mama, decidió buscar un vaso de leche caliente para conseguir un sueño profundo. y fué tan profundo que nueve meses mas tarde encontró en la puerta de su casa una pequeñita llorando; Alicia no pudo evitar emocionarse.